Pese a que siempre es la última opción, las extracciones dentales a menudo son necesarias como consecuencia de una enfermedad dental no tratada, que deriva en infecciones que posteriormente pueden acarrear problemas más graves. En estos casos extremos la extracción de la pieza dental es la única solución para paliar los síntomas.
En ocasiones la extracción de dientes es consecuencia de una rotura grave de los mismo, que puede producirse por golpes, una mala alimentación o por enfermedades subyacentes que debilitan los dientes y los hacen vulnerables a este tipo de roturas. Si la rotura de la pieza dental es leve, podremos repararla sin necesidad de su extracción, pero si la rotura lo requiere, será necesario extraer el diente o la muele y sustituirlo por un implante.
Un tercer motivo para tener que llevar a cabo una extracción dental es porque se requiere de ese espacio para recolocar los dientes en una ortodoncia. Para dichos casos se extraerá el diente o la muela y se llevará a cabo el tratamiento de ortodoncia para el reajuste de todas las piezas.
La extracción de las muelas del juicio es otro de los motivos por los cuales es necesario practicar este tratamiento. Las necesidad de extracción de las muelas del juicio varía en función de cada paciente.
Las extracciones se realizan mediante anestesia local, por lo que el paciente en ningún caso siente ningún dolor. Posteriormente a la extracción se aconseja al paciente la ingesta de antibióticos para evitar infecciones.
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20 November