Un tratamiento de ortodoncia no puede nunca ser completamente invisible, pero sí puede disimularse de muchas formas y apenas apreciarse. La forma más clásica es usando brackets «transparentes» en lugar de los brackets metálicos habituales. Estos brackets estéticos tienen un color muy similar a los dientes gracias a estar elaborados con cerámica o con zirconio. Actualmente han surgido nuevas aparatologías.
Las férulas transparentes como el sistema Invisalign® se confeccionan en el laboratorio con el objetivo ir consiguiendo movimientos dentarios tras uso de cada férula hasta obtener el resultado final. Los brackets linguales como por ejemplo el sistema Incognito® tienen la misma sistemática que los normales pero se sitúan en la parte interna de los dientes de forma que quedan totalmente camuflados. Así se obtiene la máxima estética posible.
20 November